Quizá venga un poco atrasado con los debates, pero debajo del difundido apotegma que pareciera no tener contra y que sentencia que "la ex de un amigo no se toca", subyace el más ramplón de los machismos. Es posible acordar lo tentador de esgrimir tales códigos con gesto de Coco Silly y emocionado homenaje a la amistad. Sin embargo, semejante norma se apoya en vetustos tratados de pertenencia varonil, puesto que, debieran saberlo, la ex, la actual y la futura toca lo que quiere, sin por eso andar violando ley alguna. O, acaso sí, sólo aquellas tan porteñas, tan patéticas, que sirven de base para el tanguito cuando llora porque la "percanta" se "piró". Zabeca, la ex de tu amigo no era de él, ni tuya... Es de ella.