domingo, 15 de noviembre de 2015

El futuro de los dispositivos, a gusto del consumidor

Las empresas del sector tomaron nota del retroceso de las PC en el uso cotidiano y salieron a investigar qué privilegia la gente en sus aparatos. Los teléfonos y las tablets parecen picar en punta para ser los soportes de la mayoría de las aplicaciones por excelencia en un tiempo cercano.
PUBLICADO EN TIEMPO ARGENTINO el 15 de noviembre de 2015
Damián Pussetto

Tal es el vértigo que imprimen los avances tecnológicos que acaso hasta las predicciones aceleran sus ciclos de anuncio y confirmación o descarte. Mientras las sentencias sobre tristes adioses a las publicaciones en papel registran años y aún no pueden certificarse conclusiones, el vaticinio que presagia la muerte de las PC pareciera dirigirse hacia una rápida resolución y en las empresas del sector nadie se queda de brazos cruzados.
El cambio decisivo que aceleró todos los avances posteriores cumple hoy 44 años. Un 15 de noviembre de 1971 fue presentado el llamado "cerebro digital", nada menos que el primer microprocesador de la historia: el Intel 4004. En ese momento fue creado para darle "vida" a una calculadora japonesa, pero este hito se convirtió en el comienzo de la computación portátil y de todos los dispositivos digitales.
Esa piedra basal fue la confirmación de la Ley de Moore, creada por Gordon Moore en 1965, en la que se plantea que cada dos años aproximadamente se duplica el número de transistores en un microprocesador en el mismo o menor espacio. Cincuenta años más tarde, casi cualquier objeto puede convertirse en "inteligente", mediante un chip digital.
Mientras tanto, los dispositivos continúan aumentando su potencia y reduciendo su tamaño y el efecto inmediato redunda en cambios de conductas sociales que las empresas intentan descubrir y describir para afrontar decisiones.
La consultora Carrier y Asociados tomó nota de la estimación de que hacia fines de 2016 los teléfonos celulares desplazarán a las PC como principal dispositivo y realizó una encuesta sobre usos y costumbres. Algunas de las conclusiones fueron que el 84% de los celulares en Argentina son smartphones, un 16% de los usuarios se conecta a través de un único dispositivo, mientras que un 46% utiliza dos.
Según un estudio desarrollado por la consultora PewResearch Center, el 92% de los adolescentes reconoce conectarse a diario, incluyendo el 24% que asegura estar en línea constantemente, mientras que el 54% de ellos admite conectarse varias veces al día.

Asimismo, un trabajo de Google reveló que las personas chequean su celular más de 220 veces por día. Los argentinos, específicamente, lo usan para mirar la hora (71%), como alarma (70%) y tomar fotos (70%). Luego, el 58% para escuchar música, el 46% mirar el clima y el 44% jugar juegos.
Motorola Mobility Argentina encargó un estudio en agosto pasado que afirmó que el 73% de los argentinos utiliza su Smartphone en una sala de espera y, pese a lo que muchos creen, sólo un 7% mientras hace ejercicio. Y, en comparación con el resto del mundo, los argentinos llevan menos el teléfono al baño (29%). El Smartphone suele ser un buen compañero mientras se realizan diferentes tareas hogareñas. El 34% de los encuestados manifestó utilizarlo mientras ordena su casa y el 22% mientras cocina.
Google sin dudas tomó nota de esa nueva costumbre y sacó la semana pasada el Google Play Kiosco en Argentina, Chile, Colombia y Perú, una aplicación para leer una larga lista de periódicos ofrecidos.
Al tiempo que los avances tecnológicos les imprimen velocidad a los cambios, los gigantes del sector mueven sigilosamente sus pinzas para tratar de descubrir gustos y preferencias de los clientes y ofertar nuevos productos. El dictamen acerca del fin de las publicaciones en papel acaso se imaginó por años en una lenta mutación hacia las pantallas de PC. Si bien casi nadie se anima a aventurar formas de futuros incluso muy cercanos, los datos ya disponibles indican que el soporte principal de remplazo no será ese, sino ágiles aplicaciones para poder leer diarios, revistas y libros en dispositivos cada vez más rápidos y pequeños. «

La guerra por las ventas y la saturación

Como las PC van cediendo terreno, la "guerra" se dará entre tablets y smartphones… y los segundos van ganando. La venta de tablets cayó un 12,6% en el tercer trimestre del año y afectó a Apple, Samsung y Acer. Este es el cuarto trimestre consecutivo en baja, según reportó la consultora IDC y agregó que en total se vendieron 48,7 millones de tablets en el tercer trimestre en todo el mundo.
Apple, creador del mercado en 2010 con su producto iPad, sigue siendo el primer fabricante mundial con el 20,3% del mercado. Sin embargo, esta marca también se vio afectada por la baja de las ventas: el número de iPad vendidos cayó un 19,7% en un año.
Después de años de crecimiento, el mercado de las tabletas muestra ahora signos de saturación. La base instalada alcanzaba los 581,9 millones de aparatos a fines de 2014 en la escala mundial, según el IDC.
El meollo del problema tiene su origen en un error de cálculo. "Los usuarios conservan sus aparatos más de cuatro años", dijo Ryan Reith, un analista de IDC. Creían que los usuarios renovarían sus tabletas con mayor frecuencia. En Estados Unidos, el smartphone es el aparato electrónico preferido pero la alarma también puede prenderse allí, con un mercado que en algunos segmentos está saturado.

La foto tecnológica de la Argentina

Los cambios tecnológicos y la adaptación para subirse al tren del progreso en ese campo tiene una foto reciente en Argentina. Se trata de un informe de la consultora Kantar Worldpanel que asegura que el 77% de los hogares tiene teléfono fijo, el 81% cuenta con una computadora o tablet, el 71% tiene Internet y el 24%, televisión digital abierta.
El teléfono fijo tiene menos presencia en el sur del país, en donde el 35% de los hogares no posee línea. Sin embargo, hay grandes ciudades, como Rosario y Mendoza, en las que uno de cada cuatro tampoco cuenta con ese servicio.
En tanto, según el mismo informe, alrededor del 98% que tiene Internet cuenta con banda ancha.