lunes, 16 de julio de 2012

Más de quinientos argentinos ya se graduaron en facultades cubanas

PUBLICADO EN TIEMPO ARGENTINO EL 16/7/2012

Una tendencia que crece desde que, en 1999, el país caribeño decidió formar en sus universidades a extranjeros.
La mayoría estudia Medicina, pero también Ingeniería, Educación Física y Geología, entre otras carreras. Este mes se recibirán 56 médicos y en 2013, otros 400. Con becas de materiales y alojamiento, hay 680 estudiantes más en la isla.
El devastador paso del huracán Mitch por América Central y el sur de la Florida, a fines de 1998, había dejado sus heridas visibles sin reconocer fronteras. Miles de médicos cubanos volvieron entonces a demostrar solidaridad y destreza en latitudes foráneas. Acaso adiestrado en convertir necesidades en virtudes y utopías en realidades, Fidel Castro razonó con lógica indestructible que ya era tiempo de formar profesionales extranjeros en la isla, para que trabajasen luego cada uno en su territorio. Un viejo cuartel en La Habana cambió sus formas para que naciera la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELaM), que no dejó de crecer, sorteando dificultades.
De allí saldrán a fines de julio 56 argentinos con sus títulos bajo el brazo, junto con jóvenes nativos y de otros 58 países, hasta llegar a la cifra de 11.009 nuevos médicos.
Becados completamente, con alojamiento y comida, 680 argentinos cursan actualmente sus estudios en la isla. El año próximo se graduarán 400, partícipes de una camada extraordinaria de 800 que viajaron en 2006. Medicina representa la elección en el 90% de los casos, pero también hay quienes estudian Ingeniería Mecánica, Electromecánica, Periodismo, Educación Física, Geología y Enfermería, entre las carreras más concurridas. La mayoría de los estudiantes es de condición humilde, y entre ellos muchos aborígenes coyas, mapuches, wichis y tobas. Jóvenes que difícilmente hubieran podido graduarse en la Argentina.
De acceso libre para cualquier postulante, la magnitud de gente que comenzó a ir a educarse a la isla generó la creación de la Agrupación de Familiares de Estudiantes de Argentina en Cuba (AFEAC), cuyo presidente, Andrés Atencio, explica orgulloso que su hijo Silvio trabaja en el Hospital Evita, de Lanús. Es uno de los más de 500 que ya se formaron en Cuba. "Surgimos a partir de la necesidad de los padres de comunicarse con sus hijos. En el inicio, por ejemplo, la ELaM tenía un solo teléfono y era difícil tener contacto. Dos mamás comenzaron a reunirse en la Torre de los Ingleses, y luego se expandió. Eran tiempos de De la Rúa y las relaciones entre los países eran malas, así que mandar yerba o cualquier cosa se tornaba bastante dificultoso. Se juntaban paquetes y el 'Chino' Orestes Poggi los mandaba", rememora.
Las condiciones de estudio van en relación con la exigencia de lo mucho que se brinda. No existe la posibilidad de repetir o ir dando materias de a poco, por lo que quien no aprueba el año, es invitado a continuar con otra carrera o retirarse.
 Desde el primer día, los futuros galenos tienen teoría por la mañana y práctica por la tarde. Tras el segundo año, son destinados a seguir cursando en las provincias, ya que solamente no hay universidades de Ciencias Médicas en Mayabeque, Artemisa y el municipio de Isla de la Juventud, que tienen facultades independientes.
Esparcidos por todo el territorio, en contacto directo con los pacientes y sus necesidades, el espíritu internacionalista y solidario parece impregnarse con marcas indelebles. Es que, de regreso a sus lugares de origen, habitualmente ejercen la profesión con un perenne compromiso social.
Es el caso de Propuesta Tatu (por el apodo del Che Guevara en el Congo belga, hoy Zaire), constituida en 2008 por dos médicos egresados de la ELaM que incorporó después a otros de la Universidad de Buenos Aires.
"En el inicio –cuenta el coordinador Gino Straforini–, nos encontramos con que se podía atender y diagnosticar una determinada situación de salud, pero cuando el médico confeccionaba la receta, nos chocábamos con la realidad social, ya que el paciente no tenía dinero para adquirir el medicamento por el costo elevado. Lo que significaba que nos parábamos frente a un segundo muro: podíamos diagnosticar, pero no curar."
La dificultad, vista a la distancia, no los hizo bajar los brazos, sino redoblar el esfuerzo. Propuesta Tatu lleva adelante 19 misiones en 17 barrios, atendiendo a una población de 145 mil habitantes. Ya practicó un total de 29.472 atenciones médicas,  entregó 26.888 medicamentos y 1944 elementos de ortopedia.
Se desarrolla fundamentalmente en poblaciones donde la gente fuga de la pobreza y la exclusión, principalmente en tomas de tierras, hechos sociales producidos por habitantes que en su mayoría han debido salir de naciones vecinas y argentinos que han debido migrar hacia grandes conglomerados urbanos. Dice Straforini: "Planteamos el concepto de  'Una vida digna para todos' y la concepción de que la política es la ciencia del ejemplo. Por eso nos hemos encontrado en los barrios, a partir del modelo de los médicos en su tarea social y la conformación de la Escuela de Oficios, donde muchos jóvenes se han incentivado para terminar sus estudios secundarios y aspiren a una carrera profesional. Tienen diferentes opciones. Algunos, compartiendo con los médicos y viendo la tarea solidaria que desarrollan, nos han planteado que quieren ser médicos y ya hay algunos solicitando la posibilidad de estudiar Medicina en Cuba."
Como la ELaM, que instruyó a sus integrantes, Propuesta Tatu no para de progresar. Entre los proyectos de inmediata concreción está el de abrir lugares de atención médica en otras provincias del país y en Chile. Recientemente, celebraron un acuerdo con el municipio de Almirante Brown para que un plantel de médicos trabaje en las salas de atención primaria y en la Unidad de Pronta Atención.
Y no se detienen. En las misiones brindan atención clínica, pediátrica, obstétrica y psicológica. En estos días se termina de construir la tercera sala de atención con materiales aportados por la agrupación y mano de obra de las comunidades. También desarrollan escuelas de oficios, de promotores de salud, colonias de vacaciones, talleres diversos y campañas de vacunación.
Al verlos, se comprueba una vez más que andan por ahí, como aprendieron, siendo realistas, soñando lo imposible.  «

RECUADRO
Becas
¿CÓMO SE OTORGAN? El trámite se realiza a través de las misiones diplomáticas cubanas acreditadas en cada país. Los jóvenes de escasos recursos económicos tienen prioridad. Los requisitos son: título de Bachiller o su equivalente, certificados de nacimiento, salud y antecedentes penales.

RECUADRO
La validez  de los títulos

Los primeros egresados de Cuba se encontraron al regresar con el imprevisto de que sus títulos no eran válidos. Si bien entre ambos países existía un convenio de cooperación educativa, no era suficiente. Así comenzó un lento peregrinar del expediente por el Ministerio de Educación, que se aceleró cuando Alberto Dibbern asumió como secretario de Políticas Universitarias. Sin embargo, el análisis de la currícula no se concretaba, ni se definía si profesores cubanos debían venir a la Argentina o viceversa. Finalmente, Néstor Kirchner nombró a tres ex decanos para que viajasen a la isla. Al regreso, los tres dijeron que los planes de estudio eran “inmejorables”. Así se llegó al 22 de junio de 2007, cuando Daniel Filmus agotaba sus días como ministro para comenzar su campaña a jefe de gobierno de la Ciudad. Pidió consultar al embajador de Cuba, Aramis Fuentes Hernández, quien contestó: “Estoy con la pluma en la mano.” Horas después, se firmó el protocolo adicional al convenio de cooperación.


RECUADRO
Cuando todo no alcanza
  
La muerte golpea cada tanto a los integrantes de Propuesta Tatu y se sacuden buscando respuestas que encuentran en la acción. El 10 de julio, enterraron a Juancito, un nene de dos años que murió carbonizado en el Barrio 14 de Febrero, en Glew, que ellos llaman Misión Vallegrande. La mamá se lo había entregado a la abuela porque ella no lo podía mantener. Como casi todo el barrio está colgado de la energía eléctrica, por las noches casi no hay fuerza motriz, y los pobladores deben prender velas para ver. Una se cayó al piso y se originó el incendio. Hoy dicen que “Juancito era atendido casi todas las semanas por los médicos de Tatu, era un paciente recurrente, sus tíos ayudaban con su alimentación, ellos con una chata vieja, venden papas y huevos por las calles, se lo veía feliz”. Y se preguntan “¿Cuántos Juancitos habrá en el país, cuántos Juancitos más habrá en nuestro continente, cuántos Juancitos más tendremos que llorar, mientras unos pocos en sus afanes siguen acumulando y acumulando?”

RECUADRO
503 graduados argentinos

2005/2010: 336 en medicina, 29 en educación física y deportes, cuatro en enfermería, tres en informática, tres en fisioterapia y rehabilitación, dos licenciados en Historia, dos graduados en Derecho, un geólogo, un ingeniero mecánico, un graduado en epidemiología, uno en Economía, un actor e instructor de teatro, un psicólogo, un veterinario y un graduado en Física.
2011/2012:  106 graduados en medicina, nueve en educación física, y una técnica en traumatología.
Record: 5694 jóvenes procedentes de 59 países se graduarán en medicina a fines de julio. La lista la encabeza Bolivia, con más de 2400. Nicaragua con 429, Perú con 453 y Ecuador con 308, integran el primer lote.


REPORTAJE
Hugo Ginzberg, médico egresado en 2005

"Con decisión, cualquier Estado podría hacerlo"

 Viajó y se graduó con el primer contingente. Y regresó para ejercer en el país. Hoy trabaja en el SAME y en el Hospital Cosme Argerich.

Planeaba estudiar Derecho, mientras lo apesadumbraba ese triste final de época menemista y el preludio aliancista. Andaba arrastrando los pies en un suelo sin esperanzas y se subió a un avión del que tras un largo viaje descendió convertido en otro. Hugo Ginzberg se hizo médico en Cuba y encontró su amor, que germina en su casa de Parque Patricios, cuando regresa de su trabajo en el SAME y la concurrencia especializada en diagnóstico por imágenes en el Hospital Cosme Argerich.

–¿Cómo se produjo ese cambio tan profundo?
–Había hecho las primeras materias del Ciclo Básico para empezar abogacía, pero la verdad es que estaba mal, con un país hecho pedazos y sin ilusiones con lo que se venía. En eso me llegó la propuesta a través de H.I.J.O.S. Acepté y fui uno de los primeros 100 en viajar y, después, de los primeros 40 en recibirse.
–¿Con qué te encontraste allá?
–Fueron años muy activos políticamente en la isla. Comenzaba "La batalla de ideas", cayeron las Torres Gemelas, se invadió Irak... Era palpable toda la ofensiva cultural y política hacia Cuba. En paralelo, comienza a surgir Venezuela y se produce todo el cambio en Latinoamérica, que hoy es tan visible.
–Y mientras tanto, estudiabas.
–Sí, claro, y mucho. La exigencia es alta. Después del segundo año de estar en La Habana, viviendo y estudiando en lo que había sido una Academia Naval, me destinaron a la provincia de Cienfuegos para continuar allí. Ahí entrás en contacto palpable con otras alternativas de modelo de salud de las que conocías y con los pacientes, que siempre son un par del médico. Jamás se establece una relación por encima.
–¿Te tentaba quedarte, lo pensaste?
–No. Ese no fue mi plan nunca. Yo quería volver para aplicar lo aprendido allá. Quería ejercer acá.
–Pero para eso debiste esperar.
–Fueron dos años a la espera de que se firmara la aprobación del título. Fue largo, pero yo ya tenía la certeza de que había vuelto a otro país, no al que me había cagado a palos hasta 1999. Era otra realidad, completamente distinta. Latinoamérica es otra y, de hecho, creo que la ELAM es el modo más directo y elocuente que tiene Cuba para vincularse con todo ese nuevo panorama.
–¿Son distintos los médicos formados allá? ¿Cuál es el valor distintivo?
–La formación es muy buena, indudablemente, pero la enseñanza más grande que tuve, la que más me marcó, es haber comprendido en la teoría y en la práctica que uno siempre es parte de un proyecto colectivo. Lo individual no soluciona absolutamente nada.
–¿Por qué crees que una universidad así, destinada a ciudadanos de todo el mundo, existe solamente allá?
–Es una cuestión política. Son diversas políticas. Hay países que ponen bombas, por dar un ejemplo, y otro que forma médicos y los manda por el mundo. Son dos políticas, dos decisiones. Obviamente, la segunda es más saludable. Con muy pocos recursos económicos se forman excepcionales recursos humanos. Eso explica que con decisión política cualquier Estado, chico o grande, podría hacer lo mismo. Si quisiera.  «