Realizado por jóvenes con distintas discapacidades,
“Palabras en Conjunto” acaba de comenzar su octava temporada en el aire.
Están ahí. Desafiados, van dispuestos a no dejarse vencer.
Es temprano. Los relojes anuncian que las 11 se acercan. Hace frío. La vorágine
céntrica se atempera los sábados, pero la vereda del edificio de Esmeralda 77
todavía es un ir y venir. Ahí hay siete pisos. Siete. Sillas de ruedas,
bastones y muletas suman el tono épico y metálico a la subida. Por fin se
juntan, se besan, se saludan, respiran y esperan la señal: “Estamos en el
aire”, escuchan, y arremeten.
Tienen entre 18 y 35 años y discapacidades leves,
intelectuales o motoras. Son los palabreros que realizan el programa Palabras
en Conjunto, que se emite todos los sábados de 11 a 12 por Radio Arinfo
(www.arinfo.com.ar) y arrancan su octava temporada.
Matías Nirenberg, comunicador, coordinador y precursor,
apunta a la hora de explicar de qué se trata el asunto: “Sencillamente, nos
propusimos visibilizar voces.” Junto a Miguel Padawer lanzó la propuesta el 11
de junio de 2005 con cinco conductores, hoy oscilan entre diez y 12. Una
experiencia anterior, desde 2002, en tres instituciones de educación especial
le había dado la buena nueva de que la utopía era posible. “Derribamos el mito
y el prejuicio sobre la imposibilidad o falta de acceso de los jóvenes con discapacidad
a un medio de comunicación masivo”, dice orgulloso.
Allá lejos garabatearon las consignas que después fueron
ciertas: “Lograr que el público acceda a información sobre temáticas poco
difundidas y analizadas en los medios masivos de comunicación, a través de un
lenguaje sencillo para todos nuestros escuchas; posibilitar un espacio de
intercambio entre los protagonistas de la radio y el resto de la comunidad,
abriendo los micrófonos a todas las instituciones que deseen participar de
nuestra emisión; facilitar un ámbito de expresión libre y responsable para la
discusión constructiva en base a los conocimientos expuestos en el programa;
libre acceso a la información y al conocimiento por parte del radio-escucha,
sin barreras socio-comunicacionales.”
Quizá faltó agregar entonces que, además, serían
completamente libres. El proyecto se sostiene económicamente con las cuotas que
abonan los participantes y no recibe ningún tipo de ayuda, ni estatal, ni
privada.
Coordinados por Matías Nirenberg y Miguel Padawer, con la
locución de Makarena Lezica, quienes realizan las tareas y aprenden todos los
oficios radiales son Ezequiel Toranzo, Bautista Lucci, Gabriel Gerosa, Maia
Kor, Gastón Salvo, Gabriel Gerosa, Federico Nieto, Lucila Álvarez, Mariano
Gallotti, Augusto Cereseto, Juan Manuel Forbes, Iván Espinosa, Lucas Méndez
Cagegi y Nicolás Blandizzi.
El programa recorre las secciones que lo asimilan a los
convencionales. Se comenta “la noticia de la semana”, se amplía con “el ojo
curioso”, se viaja hacia atrás en “disco retro”, se reflexiona en “la asamblea
consejera”, aparece el “cuento sonoro” y se le da pase al móvil antes del “show
de los saludos”. Sin embargo, no es uno más de tantos. En el pequeño estudio se
escuchan y se viven palabras como
tolerar, respetar, acompañar y cuestionar. Todo eso pasa mientras el micrófono
está abierto. Cuando se cierra, sucede que la fortaleza trasuntada en autonomía
ya no abandona esos cuerpos.